Si los has de recolectar de la mata hazlo por la mañana muy temprano. Si les da el sol fuerte se amargarán. Cuando no controlas la recolección, hay varias maneras de lograr que los pepinos no sean amargos.

Puedes cortar los extremos y frotar con ellos los cortes. Y bien de tallo, siempre bien de tallo. Si los has comprado y no se trata de una variedad amarga hazlos sudar: córtalos en rodajas, sazónalos y déjalos que reposen unos minutos.

También los puedes dejar en remojo con sal unos minutos después de pelarlos, o rallarlos con un tenedor y dejar que suden un rato. Lo que amarga está muy cerca de la piel.

Existen variedades de pepino, como de casi todo. El pepino blanco o español es pequeño y blanquecino por la punta. Tiende a ser bastante amargo.

El pepino negro o francés es más largo que el blanco, de piel verde oscuro y con menos espinillas que el blanco. Es muy sabroso pero menos fuerte que el español.

Y el pepino holandés o de Almería es largo y sin espinas, con un sabor suave y más digestivo que los anteriores, aunque resiste menos que los anteriores.

Así, la longitud y las espinas del pepino son directamente proporcionales a su amargura. Qué cosas.