Cuando murió Esbjörn Svensson recordé a Michael Brecker

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Cosas que ocurren a veces. Cuando descubrí a Esbjörn Svensson me ocurrió algo parecido a lo que me ocurrió cuando descubrí a Michael Brecker, hace ya algunos años.

Llegué a Brecker cuando estudiaba música. Había escuchado a los Brecker Brothers, sabía más o menos quienes eran los Steps Ahead pero quizá estaba más impresionado por Weather Report, Yellowjackets, Spyro Gyra, etc. que por aquello que, en el fondo, lo que había oído de Brecker tenía ese tufo a jazz modal.

Pero toqué Midnight Voyage, del recién editado Tales from the Hudson me metió en su fraseo de lleno. Posiblemente fue la primera vez que fui consciente de la respiración en una pieza, y posiblemente la primera también que entendí que el hecho de tener una guitarra en las manos no me impedía frasear como si tocara un saxo. Además, fue lo último que toqué a la guitarra antes de pasarme definitivamente al bajo.

Luego me interesé por las colaboraciones. Descubrí que Michael Brecker no era el típico músico de jazz que se interesaba sólo por el jazz. Veía el rock y el r’n’b como una oportunidad de innovar más que como el enemigo a batir. No en vano, participó en alrededor de 700 grabaciones en los más de 30 años que estuvo activo en el mundo de la música. Eso es un promedio de dos grabaciones al mes, amigos. Que se dice pronto.

También fue el «primero de los grandes» al que tuve la ocasión de conocer siendo consciente de quién era (antes conocí a Scott Henderson pero realmente no supe quien era hasta ese mismo día), en una masterclass organizada por la escuela en la que estaba estudiando entonces y por la que nos cobraron 7.000 pesetas. Asistir me costó cambiar el clavijero de una guitarra clásica y quintar una Gibson Less Paul y poner a punto una Strato Mejicana de color rosa chicle. Así estaban las cosas.

Michael Brecker murió hace algo más de año y medio, el 13 de enero de 2007, de leucemia. Nada que ver con la muerte de Esbjörn Svensson, que murió en un accidente de buceo hace un par de semanas.

Simple asociación de ideas, supongo. La muerte de Esbjörn Svensson me ha hecho reescuchar a Brecker.

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