Gente que quieres en tu círculo inmediato

Lo leerás en 9 minutos.

La pieza de la desaparecida banda Jazz el Destripador se titula Dime cómo son tus toallas y te diré quién eres. Hemos asumido que somos lo que comemos. Pero, ¿qué hay de la gente que nos rodea? Si este post tuviera banda sonora, desde luego seria este disco.

Las personas que tenemos a nuestro alrededor dicen más de nosotros mismos que nosotros mismos. En esta etapa de cambio, una de las cosas que me ha ayudado a focalizar y a trazar los nuevos objetivos ha sido no sólo identificar la relación que tengo con mi entorno sino también ver cómo es ese entorno. Como quiero que sea en realidad y lo lejos o cerca que se encuentra. Ya sabes.

Un miércoles de final de agosto, comiendo algo rápido y revisando el timeline de Twitter pensando en mis cosas y en mis círculos, como por arte de birlibirloque leí un Tweet en el que había un enlace hacia un post de inc.com titulado «Hiring tips: 9 people you must remove from your inner circle«.

He de decir que no soy lector asiduo de inc.com, y que no me siento cómodo con el tono ni con la forma de muchos de los artículos que publican. Me da la sensación de que la realidad no deja espacio para ser tan prácticos como plantean sus 6 formas de, sus 5 cosas que nunca ni sus 8 consejos para. En serio, ¿sólo hacen falta 5 cosas para?

Pero ahí estaba yo, leyendo el artículo de Jeff Haden. Que otra cosa no sé si habrá hecho, pero ha escrito 30 libros.

No creo en la limpieza de contactos y en mi opinión no se trata de decidir de forma racional y completamente premeditada con quién te juntas y con quién no. Hay un proceso más natural detrás de las relaciones y las cosas funcionan o no funcionan, en general, sin más.

Es cierto que podremos hacer de más o de menos, pero pensar en términos de interés o retribución conduce a generar relaciones sólo basadas en la conveniencia. ¿La tendencia no será provocar, en cierto modo, un sesgo de percepción?

Sobretodo si nos centramos sólo en lo que esperamos encontrar y no dejamos espacio a lo que no esperamos. Que es, a menudo, lo más interesante de las personas. En un plano más físico, el tiempo y el espacio también son factores a tener en cuenta. Las personas no somos iguales en todos los contextos, ni en todos los momentos.

Leí con atención el artículo, en el que se identifican 9 tipos de personas nocivas que no quieres tener en tu negocio y que a pesar de que el tono pueda no gustarme, parece estar cargado de verdad. De una verdad simple y con pocos matices, por qué no decirlo.

Como soy de corte más bien optimista, me da la sensación de que acercarse a gente que quieres en tu círculo inmediato es una forma mucho más constructiva de enfocar el asunto. Luego ese algo parecido a la selección natural se ocupará del resto.

Acércate a la gente que basa su razón en buenas experiencias.

Todos hemos oído cientos de veces lo de aprender de los errores. Estamos de acuerdo en que si no los conviertes en aprendizaje caen en saco roto y pierdes la oportunidad de encontrar la forma de no volver a tropezar con ellos, pero hasta donde he podido ver, hay gente que basa su conocimiento sólo en errores cometidos, muy raramente en aciertos. ¿Qué pasa con eso? ¿Es que piensan meter la pata en cada mierda que hagan?

Admitámoslo de una vez, el fracaso no mola por más que la literatura contemporánea se esfuerce en hacernos creer que debemos equivocarnos muchas veces. Nos equivocaremos un montón de veces y aprenderemos de eso, pero ¿no debería ser más óptimo fijarse en lo que hemos hecho bien y aprender sobretodo de eso?

Acércate a la gente cuya realidad se acerca a la tuya.

Suena obvio (quizá como el resto del post) pero en el día a día, en todos los ámbitos, hay cosas que están bien y cosas que no. Hay cierta gente que vive en un mundo en el que todo es estupendo. Completamente genial. Ponen todo su empeño y energía incluso en el pedo más miserable. Ese no soy yo. Hay cosas que no me gusta hacer pero que tengo que hacer. Y las hago. El caso es que en mi realidad no todo son caramelos de colores. Por eso, me siento cerca de la gente que tiene un mal día de vez en cuando o que necesita ratos de silencio durante el día. De gente que necesita descansar de todo a veces.

En mi mundo, cuando todo es increíblemente fantástico lo que en realidad ocurre es que hay algo que no he tenido en cuenta o que no funciona en algún nivel. Eso no significa dejar de buscar lo increíble en cada caso y disfrutarlo. ¿Pero todo el rato es todo bien?

Si tu mundo es caramelo, acércate más a otra gente caramelo.

Acércate a la gente que va de frente.

Como en la canción de presuntos implicados, mira (pls. no abras el enlace si aún estás escuchando a Jazz el Destripador). Si lo que has hecho o dicho es una mierda, agradece que alguien a quien respetas te diga que es una mierda. Está bien decir las cosas como son. El nivel de confianza determinará cuando alguien se pasa de largo, pero estaremos de acuerdo en que es mucho más cómodo saber que lo que ves en alguien es lo que hay y, sobretodo saber que, tanto si aciertas como si te equivocas, te lo dirá sin demasiados tapujos.

Los que no van de frente tienden a hablar entre ellos de otras personas sin que esas otras personas lo sepan. Son chismosos, y hacen corrillo contra alguien a menudo para sentirse más seguros dentro de un grupo. Algunos sólo viven en un espiral de chisme.

¿No es mejor hablar las cosas, si las hay, y dedicarnos a construir lo nuestro en lugar de dedicarse a rajar de lo de los demás?

Acércate a los que hacen algo más que poner palos en las ruedas.

Los que sólo ponen palos en las ruedas a menudo se confunden con los que sólo hablan de fracasos. Sólo ven la parte compleja del asunto. Los bloqueos. A priori puede parecer útil, porque tener una previsión de los puntos complejos es, en cualquier situación, el primer paso para solucionarlos. Pero sin una solución ni disposición a encontrarla, se convierten en el tipo de alarma que te avisa de que el ladrón ha pasado por tu casa y se ha llevado la tele y el portátil y que te recuerda que no contrataste el seguro anti robo. Gracias por avisar. Luego están los haters, que odian y ya está. Veneno veneno veneno. No quieres eso.

A veces el palo en la rueda puede ser simplemente ruido. Demasiados chistes en una reunión o dar más detalles de los necesarios a un interlocutor cualificado, llegando a veces a ofender.

En cambio, hay otro tipo de gente que está dispuesta a advertir las dificultades, a afrontarlas y que es capaz de proponer soluciones. Que serán aplicables o no, pero ven más allá de los bloqueos y tienen mecanismos para sortearlos o para convertirlos en oportunidades. Son habilitadores que junto a la lista de problemas traen una lista de posibles soluciones. Y pueden ser un poco haters, pero tienen el antídoto o lo buscan.

Acércate a gente dispuesta a rascarte la espalda, pero no a cualquier precio.

Puño, en su charla en el MAD 2011, propone que no trabajemos nunca gratis y que pidamos siempre algo a cambio, por pequeño que sea. Hay gente a la que no tienes que proponérselo o que siempre responderá a eso. No a trabajar gratis, sino a valorar su propio esfuerzo y de los demás y sobretodo a compensarlo de alguna forma. Te rasco la espalda y tu me rascas la espalda en lugar de te rasco la espalda (sólo) si tu me rascas la espalda.

Los que sólo miran por su culo y buscan la primera salida cuando vienen las vacas flacas quizá te rascarán la espalda, pero cuando realmente te pique estarán lejos y, desde luego, no tardarán en recordarte que te la rascaron cuando sople el viento. Si tu estás dispuesto a rascársela a ellos en cualquier momento, estás en una posición muy poco justa, en mi opinión.

Los que te la rascarán de forma incondicional sin pedir jamás nada a cambio son los fans. Te ayudarán siempre que quieras pero no te harán crecer.

Ojo, no quisiera dar a entender que esté mal estar dispuesto a ayudar a los demás de forma desinteresada en cualquier contexto, pero abogo por buscar un equilibrio que permita recuperar de alguna forma el esfuerzo. Y aquí cada uno tiene su umbral de satisfacción. A veces con una sonrisa es suficiente.

Pero es sano estar cerca de gente que sabe dar tanto como recibir.

Acércate a gente empática y que deja el networking en segundo plano.

Para que se me entienda, el perfil negativo es el egocéntrico profesional del networking que sólo se acerca a ti para añadir a su red de contactos tu red de contactos, sin más interés que la propia red de contactos aunque sean de segundo nivel.

Puede parecer obvio, pero te aportará mucho más la gente que se interesa por quién eres y no por a quién conoces.

Ok, espera. Asumo que en el momento en el que estoy defendiendo que la gente que me rodea dice mucho de mi podría caer en la trampa de rodearme de gente que aparentemente mola para lograr molar más, y convertirme así en el egocéntrico profesional del networking del que más vale huir. Pero no es eso. La idea es que resulta mucho más interesante la gente empática que es capaz de ver a través de tus ojos que la gente que quiere usarte para llegar a otros en un camino interminable para demostrar la teoría de los 6 grados de separación o el Número de Bacon.

Acércate a gente a la que puedas mantener lejos.

Suena raro, ¿eh? Pero todos nos relacionamos con gente a la que podemos mantener lejos sin que eso suponga una pérdida de confianza o de respeto. A menudo se traduce en un amigo al que ves una o dos veces al año (el año bueno) pero que, cuando le ves, es como si hubiérais hablado la semana pasada. Es reconfortante saber que puedes centrarte en algo y que no necesitas hacer un check-in cada cierto tiempo para que la relación siga viva.

Acércate a los vivos.

Con inquietudes, propuestas, ganas de hacer cosas y opiniones formadas. Con gustos iguales o distintos que los tuyos pero razonados. Te escucharán, podrás escucharles, aprenderéis, os enfrentaréis en un duelo de espadas por lo acertado del argumento de una película o estaréis completamente de acuerdo con ellos y pediréis otra caña. Si no están vivos, son zombies.

Somos seres vivos. Mola que se note.

Toda esta chapa podría resumirse en una especie de frase que saca a relucir las cualidades de la gente que es deseable tener alrededor:

«Esto que estás haciendo es basura. Enfócalo de esta otra forma, lo hice tal y tal vez, el proceso la segunda vez fue especialmente duro por tal motivo pero al final funcionó muy bien. Además, tu forma de hacer las cosas encajará mejor que la mía seguro. Durante los próximos meses no estaré muy visible porque voy a estudiar algo, pero podemos vernos en primavera y me cuentas como te ha ido, que yo podré contarte esta otra cosa que estoy preparando y me vendrá muy bien tu experiencia. ¿Pedimos otra caña?»

Es fácil imaginarse una frase similar contraria. Si haces el ejercicio, verás que queda mucho más corta.

¿Me he dejado algo?

Compartir Gente que quieres en tu círculo inmediato

TwitterWhatsAppLinkedInFacebookGoogle+Buffer

Dicen que las opiniones son como el agujero del culo. Que todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta. No sé cómo te olerá a ti, pero si te apetece dime qué piensas de
Gente que quieres en tu círculo inmediato.